La renovada Celeste siente la fuerza del Maestro
Esta dinámica Selección Uruguaya, mezcla de pilares históricos y sangre jóven renovadora, ha silenciado a todo detractor del Maestro Tabárez que aún pudiera existir, demostrando la fortaleza de un proceso honesto.
El Maestro Tabárez, haciendo honor a su apodo, ha desplegado su sabiduría, siendo el estandarte de un proceso serio, planificado y llevado adelante desde lo humano.
Recordemos la última situación crítica en Uruguay, mundial de Brasil 2014, jugando un lugar en semifinales, nuestro arquero récord, Fernando Muslera, 4 días antes de ese partido, perdió a su tío en un accidente, y 1 día después, a su abuela. Pese a esta delicada situación, nuestro arquero titular, asumió su compromiso con la selección y jugó el partido, pero su estado anímico le jugó una mala pasada y derivó en un gol tonto a favor de Francia. Seguramente, muchos directores técnicos, hubieran dejado de lado al arquero por haber generado una situación que evitó el pasaje de su equipo a semifinales, sin embargo, el Maestro Tabárez, contuvo al jugador, priorizando lo humano sobre lo deportivo, le retificó la confianza y consolidó su puesto de titular.
Esa filosofía es la que mantiene intactos los principios y valores de éste grupo de jugadores, y también es la que ha contagiado a todos los uruguayos que se contagian con esta fiebre celeste, acompañan con entusiasmo y aplauden a su selección, en las buenas y en las malas.
Mucho se dijo en su momento, luego de Sudáfrica 2010, que Tabárez debía hacerse a un lado, no no apostaba a la renovación, que mantenía siempre a los mismos, que no citaba jugadores que no fueran de su proceso, etc. etc. El tiempo, los resultados, los éxitos, los juveniles, los convocados, fueron motivos más que suficientes para ir apagando todas esas voces que se alzaban reclamando un cambio de dirigencia en la AUF.
Hoy ya no existe prácticamente nigún periodista o profesional vinculado al principal deporte de nuestro país que se le ocurra alzar la voz en contra del Maestro Tabárez, Muslera va camino a escribir páginas de gloria en la historia de nuestra selección, ni que hablar de los colosos como Godín, Cavani y Suárez.
Atrás quedaron los tiempos del mejor jugador del Mundial de Sudáfrica 2010, Diego Forlán, que tantas alegrías nos dió y coronó justamente su gran carrera en la Selección Uruguaya levantando una Copa América en Argentina 2011. Una época de gloria compartida con valuartes como el Ruso Pérez, Arévalo Ríos, Lugano, el Palito Pereira, el Mono Pereira, el loco Abreu, que vivieron momentos imborrables bajo la tutoría del Maestro Oscar Washington Tabárez.
El paso del tiempo ha ido cambiando los nombres de la selección de Tabárez, unos pocos, que comenzaron siendo muy jóvenes en éste proceso, hoy son pilares de este equipo y orientan a los más jóvenes que se van incorporando, sean del proceso de juveniles o no.
Hoy en día, para cualquier jugador uruguayo, es el máximo honor en su carrera vestir la celeste del Maestro.
AArriba: Plantel de la Selección Uruguaya en el Mundial de Sudáfrica 2010. Abajo: Plantel en la Copa América 2019.Eso es lo que transmite hoy nuestra selección, esa unidad de equipo, que hace brillar los talentos de todos y cada uno de sus integrantes.
FOTO: AUF
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