Más que Columna, apenas un simple Poste de Humor. 114 (Número atómico del Flerovio)Mala noche pal Pelado
Que cuenta Doña? Acá andamos, medio quemado por todos lados. Y rengo también. Bueno, pere que le cuento, usté siempre apurada… Pa arrancar, ayer me fui pa la plaza, de tardecita, antes del partido de Uruguay, apronté el mate, amargo, con yerba Baldo, pa nerviosos, cuasi histericos…
A ésta altura le digo vecina, las grandes empresas de yerba mate tendrían que sacar una tipo “canarias Valium… y chau dilemas”, o algo por el estilo, pa andar babeando por la vida, ya no da con que sea solo pa nerviosos.
Bue, apronté el “porongo”, puse el agua en el termo, a sus respectivos 95º, porque bien es sabido que el agua que va pa tomar mate no tiene que tar hirviendo, no no, eso es un mito muy mal aplicado Doña Eutanasia, con agua a 100º se pierde el gusto de los taninos de la yerba… qué, no me cree? Googleelo… No existe tal palabra, pero usté sabe de lo que hablo.
Arranqué, “set mate” en su total magnitud, gorrito tipo pescador, verde gastado, una brisa fresca acariciaba mi cara y jugaba con mi pelo, el de las piernas, no tengo otros; el sol terminaba su jornada laboral, a paso lento, taciturno, cabizbajo y meditabundo, sudando de calor el Sol, pero contento por la faena cumplida. Adentré todo mi gran organismo hacia la plaza en cuestión, cuando diviso el lugar perfecto para apoyar mis asentaderas y poder disfrutar de ese momento entre que el astro rey se esconde y aparece la magna noche nocturna. Todo a pedir de boca, olor a hierba recién cortada; niños jugando felices y sus sonrisas acompañando dicho momento; jóvenes en silencio alienados con sus celulares navegando en sus redes sociales, absortos, idos, sin molestar a nadie; madres correteando, acaloradas, a sus niños que juegan felices…
Y fue en ése momento, en 1 segundo, iba yo con rumbo fijo hacia el lugar indicado, cebando el matungo, cuando siento en mi tobillo la rueda de una bicicleta, por la marca de la goma en mi pierna, creo, rodado 25… tal golpe tiene su debido efecto, siendo el resultado del mismo en una quemadura de 3er grado en ante brazo y mano izquierda, el mate salió despedido por el aire siendo su destino final incierto, termo de plástico, de esos de $299 al piso y, por el sonido que hizo al estrellarse contra el suelo, roto.
Un par de lágrimas y varios insultos al aire más tarde me hicieron recobrar mi “alma al cuerpo” y es ahí cuando veo y escucho que una madre se estaba dirigiendo a mi persona, con ademanes y gritándome “que si no había visto al niño, que porqué le pegué a la bicicleta y que me callara porque mi boca era un excusado y que eso era una mala imagen para su hijo”, gurí el cual, mientras pasaba eso, me miraba con mejillas rosadas, gordas y sonrisa socarrona. No entendía nada, la mano pedía a gritos agua fría o gasa de terpropil en su defecto, el brazo se me empezaba a entumecer, veía “lucecitas de colores”, de los gritos de la doña me empezó a doler la cabeza, atiné a pedir perdón y cuando me estaba dando vuelta para irme, tropiezo con una baldosa suelta, cayendo de rodillas al suelo, las cuales quedaron peladitas, por supuesto que, a puro instinto, apoyé ambas manos en el piso… si, ambas manos.
Segundos más tarde me encontraba de espaldas, en el suelo, tomándome la mano afectada, volviendo a gritar e insultar; rápido de memoria y reflejos, me di cuenta al toque que la señora podría andar en la vuelta, me pare y me remití al silencio enseguidita. Me levanté como pude, con lágrimas en los ojos, pasé por la farmacia, le mostré la quemadura, me vendieron las gasas propicias pa la ocasión, un bisturí para sacar la piel quemada, perifares varios y curitas pa las rodillas.
Con mis fuerzas casi extintas, mareado y agarrándome de las paredes llegué hasta Ta-Ta, como buen terco que soy, busqué un termo igual al que tenía, siendo mi no grata sorpresa que el mismo, había ascendido su monto, llegando a una totalidad de $370, el cual pagué con OCA en 3 veces, la mano ta jodida, en todo sentido. No encontré mate igual, así que compré uno de esos de cerámica, por la acidez vió? De un tono azul muy monono, mediano, por la crisis económica, pagué al contado, con los últimos $100 de mi sueldo… no se ría, no es chiste.
Después de eso sí, partí rumbo a mi solitario rancho, la mano quemaba, las rodillas ardían, la cabeza explotaba… Arribé a mi humilde morada, de 2 tragos me bajé un farol de Dunbar sin hielo, haciendo que, obviamente, me quemara hasta el esófago, si fuera Double Black ni lo sentía, no me di cuenta.
Y así, quemado como estaba, me senté frente a la TV, que justo empezaba el segundo tiempo de Uruguay – Chile. Uno se pone a escuchar a Juan Carlos Scelza y creo, sin temor a equivocarme, que todos los Uruguayos nos recontra quemamos!!! Así que ya el ardor era en todo mi cuerpo, mano, rodilla, garganta y esófago, cabeza y espíritu.
Y así terminó mi día Vecina, bastante achicharrado… Aaaa por qué rengo también? Cuando ví el pelotazo largo que tiró Hernández, el cual bajó el liliputiense Alexis Sánchez, le ganó la “cuerpeada” a Seba Coates, 1,45m contra casi 2m, le ganó y definió contra el palo, convirtiendo el 3er gol de Chile y sepultando el partido, ahí reviví, salté, putié y le pegué una patada a la pata de la mesa de madera!!! Diagnóstico: Fisura de dedo gordo de pie derecho.
A la cama, con las gasas, curitas, analgésicos antinflamatorios, hielo pal dedo, pa la cabeza y pal whisky.
Sin dudas que anoche fue un mal día, entre otras cosas…
Salú!!!
Emilio “Pelado” Machado
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Más que una columna, apenas un simple Poste de Humor
A ésta altura le digo vecina, las grandes empresas de yerba mate tendrían que sacar una tipo “canarias Valium… y chau dilemas”, o algo por el estilo, pa andar babeando por la vida, ya no da con que sea solo pa nerviosos.
Bue, apronté el “porongo”, puse el agua en el termo, a sus respectivos 95º, porque bien es sabido que el agua que va pa tomar mate no tiene que tar hirviendo, no no, eso es un mito muy mal aplicado Doña Eutanasia, con agua a 100º se pierde el gusto de los taninos de la yerba… qué, no me cree? Googleelo… No existe tal palabra, pero usté sabe de lo que hablo.
Arranqué, “set mate” en su total magnitud, gorrito tipo pescador, verde gastado, una brisa fresca acariciaba mi cara y jugaba con mi pelo, el de las piernas, no tengo otros; el sol terminaba su jornada laboral, a paso lento, taciturno, cabizbajo y meditabundo, sudando de calor el Sol, pero contento por la faena cumplida. Adentré todo mi gran organismo hacia la plaza en cuestión, cuando diviso el lugar perfecto para apoyar mis asentaderas y poder disfrutar de ese momento entre que el astro rey se esconde y aparece la magna noche nocturna. Todo a pedir de boca, olor a hierba recién cortada; niños jugando felices y sus sonrisas acompañando dicho momento; jóvenes en silencio alienados con sus celulares navegando en sus redes sociales, absortos, idos, sin molestar a nadie; madres correteando, acaloradas, a sus niños que juegan felices…
Y fue en ése momento, en 1 segundo, iba yo con rumbo fijo hacia el lugar indicado, cebando el matungo, cuando siento en mi tobillo la rueda de una bicicleta, por la marca de la goma en mi pierna, creo, rodado 25… tal golpe tiene su debido efecto, siendo el resultado del mismo en una quemadura de 3er grado en ante brazo y mano izquierda, el mate salió despedido por el aire siendo su destino final incierto, termo de plástico, de esos de $299 al piso y, por el sonido que hizo al estrellarse contra el suelo, roto.
Un par de lágrimas y varios insultos al aire más tarde me hicieron recobrar mi “alma al cuerpo” y es ahí cuando veo y escucho que una madre se estaba dirigiendo a mi persona, con ademanes y gritándome “que si no había visto al niño, que porqué le pegué a la bicicleta y que me callara porque mi boca era un excusado y que eso era una mala imagen para su hijo”, gurí el cual, mientras pasaba eso, me miraba con mejillas rosadas, gordas y sonrisa socarrona. No entendía nada, la mano pedía a gritos agua fría o gasa de terpropil en su defecto, el brazo se me empezaba a entumecer, veía “lucecitas de colores”, de los gritos de la doña me empezó a doler la cabeza, atiné a pedir perdón y cuando me estaba dando vuelta para irme, tropiezo con una baldosa suelta, cayendo de rodillas al suelo, las cuales quedaron peladitas, por supuesto que, a puro instinto, apoyé ambas manos en el piso… si, ambas manos.
Segundos más tarde me encontraba de espaldas, en el suelo, tomándome la mano afectada, volviendo a gritar e insultar; rápido de memoria y reflejos, me di cuenta al toque que la señora podría andar en la vuelta, me pare y me remití al silencio enseguidita. Me levanté como pude, con lágrimas en los ojos, pasé por la farmacia, le mostré la quemadura, me vendieron las gasas propicias pa la ocasión, un bisturí para sacar la piel quemada, perifares varios y curitas pa las rodillas.
Con mis fuerzas casi extintas, mareado y agarrándome de las paredes llegué hasta Ta-Ta, como buen terco que soy, busqué un termo igual al que tenía, siendo mi no grata sorpresa que el mismo, había ascendido su monto, llegando a una totalidad de $370, el cual pagué con OCA en 3 veces, la mano ta jodida, en todo sentido. No encontré mate igual, así que compré uno de esos de cerámica, por la acidez vió? De un tono azul muy monono, mediano, por la crisis económica, pagué al contado, con los últimos $100 de mi sueldo… no se ría, no es chiste.
Después de eso sí, partí rumbo a mi solitario rancho, la mano quemaba, las rodillas ardían, la cabeza explotaba… Arribé a mi humilde morada, de 2 tragos me bajé un farol de Dunbar sin hielo, haciendo que, obviamente, me quemara hasta el esófago, si fuera Double Black ni lo sentía, no me di cuenta.
Y así, quemado como estaba, me senté frente a la TV, que justo empezaba el segundo tiempo de Uruguay – Chile. Uno se pone a escuchar a Juan Carlos Scelza y creo, sin temor a equivocarme, que todos los Uruguayos nos recontra quemamos!!! Así que ya el ardor era en todo mi cuerpo, mano, rodilla, garganta y esófago, cabeza y espíritu.
Y así terminó mi día Vecina, bastante achicharrado… Aaaa por qué rengo también? Cuando ví el pelotazo largo que tiró Hernández, el cual bajó el liliputiense Alexis Sánchez, le ganó la “cuerpeada” a Seba Coates, 1,45m contra casi 2m, le ganó y definió contra el palo, convirtiendo el 3er gol de Chile y sepultando el partido, ahí reviví, salté, putié y le pegué una patada a la pata de la mesa de madera!!! Diagnóstico: Fisura de dedo gordo de pie derecho.
A la cama, con las gasas, curitas, analgésicos antinflamatorios, hielo pal dedo, pa la cabeza y pal whisky.
Sin dudas que anoche fue un mal día, entre otras cosas…
Salú!!!
Emilio “Pelado” Machado
Más que una columna, apenas un simple Poste de Humor
