Humor

Humor de viernes -Fobal Nostálgico

  • Más que Columna, apenas un simple Poste de Humor.
Humor de viernes Fobal NostalgicoMás que Columna, apenas un simple Poste de Humor. 249. (En los sueños de animales, El Camello)

“Fobal nostálgico”
Anoche volví al “fobal”. Sigo insistiendo sí. De cualquier manera decir que volví a jugar al fútbol es algo muy relativo, ya que lo único que hice fue correrla de atrás… bue, sí, tiene razón, trotarla de atrás. Mientras que iba caminando por la calle hacia la cancha, épocas anteriores iba trotando pa entrar en calor, ahora camino, de pobre que soy nomás, porque si tuviera vehículo iba en el mismo, olvídate. Bue, iba pa la cancha, paso por enfrente a una vidriera y observo la magnitud de mi organismo, “son las camperas” me digo, cuando llego al lugar, me saco todos los ropajes de abrigo, me doy cuenta que no eran las ropas. Creció el gurí.

Anoche retorné al balompié decía, pero no fue un retorno cualquiera, porque a su vez fue un retroceso nostálgico en el tiempo. Siendo apenas un purrete, flaco y de pelo largo, mi infancia y parte de mi adolescencia la pasé, principalmente, en la calle, pero mis actividades deportivas iban a un solo lugar: el popular “Olimpí”. Seis u siete años tenía cuando empecé a ir, cancha de parqué, pelota chica pesadita, bien de fútbol de salón, además hacíamos básquet, pero como las pelotas eran tan grandes, “Pinocho” nos sentaba a todos en la mitad de la cancha y nos preguntaba a qué queríamos jugar: “futbooolll” gritábamos todos al unísono! “Pinocho” era el profe de basket, el encargado del gimnasio.

Alto, pelado y barbudo, con mal genio pa los adultos, un segundo padre pa nosotros. El “Olimpí” era sagrado, todas las tardes, llegaba de la escuela, tiraba la túnica y la moña, tomaba la leche y salía, en la puerta se daba el diálogo con mi madre: “Emilio, a dónde vas!!”, levantando la voz porque la casa era (es) grande, yo ya en la puerta a punto de salir contestaba, con cara de fastidio: “al Olimpí mamá!!”.

Nunca supe porqué el fastidio, porque si ella no me preguntaba yo le encajaba el grito desde la puerta nomás. Condición necesaria y suficiente para ser hijo, contradecir a la madre, listo. Y me iba pal gimnasio, al principio en bicicleta, después de la tercera vez que me la olvidé en la puerta del lugar, ya no me dejaron llevarla más.

Es que en realidad me quedaba a 4 cuadras, iba en bici de vago nomas, además agarraba a “contraflecha”, nunca vi un inspector que me dijera algo. Las veces que iba caminando, daba toda la vuelta, porque por la misma calle había un perro, cuzquito, malazo, que me daba miedito. Conocía casi de memoria tal lugar, sabía las tablas del parqué que se salían, dónde corría mejor la pelota, el caño rojo en el cual me partí los dientes. Eran otros tiempos, nos sentábamos todos en las gradas, Pinocho elegía a 3 pa que armaran los cuadros, 10 minutos o 2 goles. Como buenos Uruguayitos que somos, lo primero que aprendemos cuando agarramos una “guinda” es pegarle pa arriba. Por eso en el “Olimpí” teníamos la regla de que si la pelota pegaba en el techo era penal. No había arcos como los comunes, los palos eran 2 latas con cemento y unos palos de escoba clavados a cada una, el “travesaño” era una parte pintada de la pared del fondo. Gracias a esto se daban millones de discusiones cuando la pelota pegaba y tiraba los palos y cuando la misma rebotaba cerca de esa línea pintada.

Y ahí aprendíamos lo segundo básico del fútbol uruguayo, a protestar por cada jugada!. Nunca llegamos a las manos, porque entendíamos que era tan solo un juego. Por más que yo siempre llegaba “rojo” (literal) de la rabia y el cansancio. No llevábamos botellita de medio con aguita, íbamos al baño y en la canilla misma hacíamos cuenquito pa tomar. Nosotros mismos éramos los árbitros y nos iba bastante bien. Siempre elegíamos al amigo antes que al jugador, por eso varios de esos jugadores hoy en día siguen siendo mis amigos.

A la vuelta subíamos el repecho todos juntos, con las bicis al costado, cuando me acordaba de llevarla de vuelta; jugando algún “ring raje”, riéndonos, recordando las jugadas, los goles. Cuando llegaba a mi casa, mi padre me esperaba con el puño en alto, y yo le respondía con los dedos arriba, marcando los goles que había hecho, casi siempre con ambas manos. Ayer a la vuelta iba a pasar por la casa de los viejos pa contarles, pero eran las 11 de la noche, me iban a sacar a tiros.

Anoche no sólo volví al “fobal”, anoche me sentí niño nuevamente, transité el camino de mi infancia y cuando llegué a casa, le mostré 3 dedos a mi hijita chica… Obvio que no entendió nada. Amén de los dolores corporales que todavía tengo, me sentí bien. Hay cosas que no se olvidan.

Gracias por tanto!

Salú!

Arte y Cultura

Ciclo de Músicos de Película al Centro Cultural Artesano

Arte y Cultura

Ciclo de Músicos de Película al Centro Cultural Artesano

El encuentro es todos los domingos de abril a las 19 hs, con entrada gratuita en el Centro Cultural Artesano.

Leer más...
“Tanta Agua” en el Centro Cultural Artesano

Arte y Cultura

“Tanta Agua” en el Centro Cultural Artesano

El viernes 5 de Abril a las 20 horas en el marco del ciclo de Realizadoras, se presenta la película “Tanta Agua” en el Centro Cultural Artesano.

Leer más...
“Elemental” en el Centro Cultural Artesano

Arte y Cultura

“Elemental” en el Centro Cultural Artesano

El domingo 24 de marzo desde las 17 horas se presentará la obra infantil “Elemental” en el Centro Cultural Artesano.

Leer más...

© {2010-2022} Colón Portal. Designed by tanjarina.uy