Las medidas de erradicación del consumo de tabaco pueden ayudar a los países a evitar que millones de personas enfermen y mueran por enfermedades relacionadas con este producto, a combatir la pobreza y a reducir la degradación del medio ambiente a gran escala.
El consumo de tabaco se lleva la vida de más de 7 millones de personas cada año y cuesta a los hogares y gobiernos mucho dinero en gastos sanitarios y pérdida de productividad.
Los residuos de tabaco contienen más de 7000 sustancias químicas tóxicas que envenenan el medio ambiente, algunas de ellas cancerígenas para el ser humano.
En el humo de tabaco se liberan miles de toneladas de productos cancerígenos para el ser humano, sustancias tóxicas y gases de efecto invernadero, y los residuos de los productos de tabaco son el tipo de basura más numeroso.
En el Uruguay hay más de cinco mil muertes cada año relacionadas con el tabaco, que se dividen en diferentes afecciones como son las cardiovasculares, el cáncer y otras enfermedades.